13.12.10



Desde que no soy tan infeliz, escribir comienza a costarme. Será verdad que escribimos cuando nos encontramos tan tristes y perdidos que tenemos que expresarlo. En realidad sé que yo tendría que haber nacido en en el siglo XIX, en la época del Romanticismo... aquella en la que todo era de suma importancia y se hacían las cosas por impulsos de pasión. Por entonces mandaba el corazón. El amor era cuestión de vida o muerte y los sentimientos afloraban rasgando la piel. Una época pasional y sensible.

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Sensaciones que revolotean en mi mente