2.12.10

Bonita Norma Jeane Mortenson ( o MARILYN)

Marilyn Monroe leía y escribía de manera compulsiva desde su adolescencia. Lo hacía en los tiempos muertos de los rodajes, en los monótonos días en hoteles, durante sus reincidentes crisis emocionales y, también, durantes los escasos momentos de felicidad que tuvo. Anotaba sus pensamientos, caóticos a veces, poéticos casi siempre, en cuadernos, hojas sueltas o facturas. Escribió sobre la muerte, el suicidio, el abandono, el desamor y el miedo. Habló de su soledad y, entre notas de recetas de cocina, cartas a sus médicos y deseos cotidianos, pidió socorro en silencio en versos desolados.

Era una mujer insegura, triste, depresiva y autodestructiva. También era alegre, o como decía ella: “Sé que nunca seré feliz pero sé que ¡puedo ser muy alegre!”. Sus escritos son la huella de las subidas y bajadas de una personalidad extremadamente sensible que le hizo dar tumbos entre maridos, amantes, hospitales y rodajes hasta su muerte a los 36 años. Adicta a las pastillas, vivía condicionada por un desquiciante pulso con el insomnio: “Anoche volví a pasar despierta toda la noche. A veces me pregunto para qué sirve el tiempo nocturno. Casi no existe para mí, todo me parece un largo y horrible día”.




 Querida, sentiste por dentro que todo se iba.
 

2 comentarios:

  1. Jo, no sabía que Marilyn era así...
    (L)

    ResponderEliminar
  2. me encanta las fotos y me resulta muy curioso lo que cuenats sobre ella :) un besito

    ResponderEliminar

Sensaciones que revolotean en mi mente