14.10.12


Es como si ella hubiera vuelto a ganar. Lo ha hecho sola, no ha necesitado nada ni a nadie más.
No hay más culpables, esta vez no hay escusas. Lo ha vuelto a hacer, ella sola. Ha vuelto a entrar sin darse cuenta y ha vuelto a asustarse. Ha perdido el norte, el sentido de la vida y el amor que sentía hacia su propio ser. Ha vuelto a perderse y yo me he quedado sin armas, sin margen de maniobra, sin esperanzas. 
Quería ayudarla, creí que podía hacerlo. Pero no sé, ya no sé.
Es como si fuera un ciclo predeterminado, sin salida, en constante repetición. Como si fuera la esencia de su vida, su destino... directo a la decadencia.
¿Qué la hace tan especial? ¿Tan fuerte, ausente y desquiciada? Tan loca y atrapada.



Fue un momento tan extremadamente sensible que llegué a sentir la química ebullendo en mis tejidos, el impulso nervioso galopando entre neuronas, los pensamientos congelados en el instante.
Una caricia excesivamente dura, como vidrio incandescente, se dejó caer sobre su espalda al tiempo que él escuchaba el silbido de un corazón que moría, o creía morir.
La belleza era tan intensa que dolía, y cortaba... y aunque no nos mató, hizo sangrar nuestra alma.

¿Qué es dañino sino nuestra mente descontrolada? Sacudiendo nuestros sueños, ahogando nuestra disciplina, desconectándonos de la vida para acabar con nuestra persona.


I like October







18.9.12

A veces recuerdo todo lo que pasé y no puedo evitar asustarme.
Me da miedo incluso cuando está atrapado en el pasado, fue duro y me hizo fuerte.
Pero en ocasiones sigue aterrorizándome, incluso aunque sea parte de la memoria.
Todos tenemos nuestros fantasmas.





11.9.12


Hablar de ello lo hace real, le da peso e importancia.
No quiero que lo sea, ni importante ni banal, sólo quiero que no sea real.
Hagamos que desaparezca obviando que alguna vez hablé de ello.
¿Crees que podríamos hacerlo?
Creer, poder y hacer. Qué tres maravillosos verbos.



Escucho esas notas y ya siento cómo tiemblan mis nervios, avergonzados, electrizados.
Hacía tanto tiempo que no era capaz de sentir.
Es miedo, es dolor y es adictivo. Es muy mío, en cierto modo una esclavitud que puede llegar a gustarme.
Baila mi sangre y baila mi pelo, y con todo ello mis pensamientos se sacuden en el vacío; y echo de menos lo indeseable, lo imposible, hasta el punto de ilusionarme con lo desagradable.
Los pelos de punta, la arritmia, el mareo incluso.
Y es cierto, siempre lo he sabido, las mejores lecciones las aprendí los peores días.
Vuelve la negativa, o al menos reaparece temporalmente, a dejarme oler y entender, a dejarme explicar, a dejarme querer.
Las peores situaciones fueron aquellas que más fácilmente mejoré, o eso creo recordar, o al menos eso me dicta mi sentido de la lógica... que es cada minuto un poco más irónico y despreciable.

La verdad, aún no sé a dónde voy, porque no sé de dónde partí... pero en ocasiones intuyo en qué parte del camino me encuentro. ¿Es este mi momento?
No lo sé, ¿quién sabe? Me limito a estudiarme a mi misma, me sorprendo. Soy incapaz de comprenderme.
Gritar no es fácil cuando ni siquiera sabes silbar bien, pero pronunciar la palabra parece inconcebible. No está en mi naturaleza, no al menos en este capítulo.
Me mantengo entretenida, perdida, enganchada al flujo del tiempo y eso me engaña, me hace sentir poder. Control en cierto modo, cómo si eso fuera posible...

Se escucha una voz en el fondo del pasillo, pide ayuda. Pero no está, ni la niña ni la mujer, la voz nunca se emitió; y la ayuda ni tan siquiera acudió.

Por favor, no dejes que te salpique, morir de nuevo me parece excesivo.



7.8.12




Me gusta probar, asustarme, retroceder y volver a avanzar.
Tener inquietudes, dudas, hacerme la fuerte y reírme de mi papel.
Descubrir, aprender, sufrir y dejarme llevar por las sensaciones.
Dramatizar y volver a la realidad, dejarme absorber por los pensamientos.
Equivocarme y descubrir después que estaba en lo cierto.
Arriesgar y perder, y de vez en cuando ganar.
Ser positiva, optimista, enérgica... y radicalmente depresiva.
Tener miedo me incita a seguir... el susto y la duda me motivan para disfrutar.

Me gusta arriesgar porque es la única forma de dejarme sorprender por el destino,
por eso y porque estoy loca.
¿Pero quién no lo está?

Qué maravilloso es el momento en el que descubres que todo lo que necesitas para ser feliz depende exclusivamente de uno mismo.



9.7.12


NO DEJÉIS DE CREER,
NO DEJÉIS DE CREAR


7.7.12



This is like a flashback,
this is like a drem...

4.7.12





Se conoce que la estupidez humana no tiene límites






Miedo a las cosas mal hechas




pasión por la aventura


-¿Quién, yo?


- ¡Qué bonita eres!




El sentido de la vida en la troposfera, 
cerquita del alma


Francamente soy una persona muy activa, pero recuerdo un momento muy especial, mientras hacía vacaciones en un pueblo de la costa, cuando me pasé horas mirando el mar por la noche.
Experimenté una sensación de paz para mí desconocida. Desde entonces siempre que quiero relajarme intento acercarme al mar. Tiene algo misterioso que consigue hacerme olvidar todos mis problemas y me conecta conmigo misma.

Anónimo








- ¡No llegues tarde!


Procura estarte quieto hasta que la acción apropiada surja por sí misma







(Os dejo con unas fotitos de hace ya tiempo ;) )

24.6.12



Cada cierto tiempo me paro y reflexiono, y frecuentemente acabo llorando. La mayoría de las veces lo hago por felicidad, otras por incredulidad, y algunas pocas por tristeza.
Cuando echo la vista atrás y pongo la mirada en el pasado me emociono. Me emocionan los sentimientos que he experimentado y los extremos en los que se balancea mi ser. Me emociona ver como me voy haciendo cada día una mujer un poco más fuerte y completa, gracias a las decisiones que tomé en el pasado.
Hay tanta belleza. La belleza del dolor es extremadamente intensa. Es la belleza del sufrimiento y del aprendizaje, la de las decepciones y las expectativas no alcanzadas. Es la intensidad del ser humano frustrado por la pérdida, por la esencia del miedo.
Es el temblor que produce el silencio cuando uno reflexiona a solas, y el pánico a encontrarse.
Es la luz que enfoca nuestras distorsiones y nuestras inseguridades, que alimenta nuestro pánico.
 Es la niña que se pierde ante un reflejo vibrante.
Cuando pienso en el pasado me emociono, sin lugar a dudas. Pero cuando me enfrento al presente... es entonces cuando recurro a la incredulidad y al asombro. Al contraste de las circunstancias, y al eterno agradecimiento.
Me parece escandalosamente bello que cada persona sea capaz de construir su camino y, con ello, su esencia y su alma. Soy amante de las almas porque son profundamente bellas.
Lo reconozco, soy una miedosa. Me aterroriza la felicidad por el hecho de no considerarme completamente merecedora de ello. Por eso, y porque sé que tan pronto como viene puede irse. Me aterroriza la felicidad porque es fácil acostumbrarse a ella, pero luego es una egoísta doncella que renuncia a los esfuerzos de un apuesto caballero. La felicidad es insensata y se deja llevar por el azar.
Me da miedo encontrar belleza en los lugares más insólitos y enamorarme de un instante, y vivir anclada en milésimas de segundo, en miradas o en el vuelo de un ave.
Me da miedo disfrutar con mis latidos, con el calor de la sangre galopando entre mis venas.
Me da miedo aferrarme demasiado a la vida, y acabar enamorándome de ella.


22.6.12





Cuando necesitas detenerte, ver dónde estás y mirar hacia dónde quieres ir



Se necesita tristeza para conocer la alegría, 
ruido para apreciar el silencio 
y ausencia para valorar la presencia

17.6.12


Me gusta el ser humano








6.6.12

Crónica 01/09/2011. Idílico


Os dejo con una de las crónicas de mi cuaderno de viaje ( 01/09/2011 ) de cuando estuve de viaje de cooperación en Senegal 




Idílico

Tras una noche especial, llena de imprevistos y sorpresas en el ferry, comienza un nuevo día que toma rumbo hacia San Luis.

Un amanecer osado y un curioso viaje en cayuco consiguen despertar nuestros sentidos a pesar del cansancio y el sueño. Como ya es costumbre para nosotros, comenzamos el día surcando los pedregosos caminos en bus, disfrutando de paisajes espectaculares en los que el verde toma un protagonismo especial. Al fin, tras diversos descansos en el camino, llegamos a la primera parada: el hospital psiquiátrico de los hermanos de San Juan de Dios. Algunos trabajadores del centro se ofrecen como guías y nos enseñan las instalaciones mientras diversos internos se animan a compartir con nosotros sus experiencias, haciéndonos participes de otra de las realidades de Senegal.

Finalmente, a pesar de las largas horas de viaje, recibimos la más grata sorpresa recibida hasta el momento, nos alojamos en la paradisíaca isla de Barbarie. Un lugar lleno de palmeras, arena y estrellas. Un espacio para soñar y descansar...que ya nos hacia falta!