26.9.10

Necesita un lugar blanco, vacío y en silencio.
Un lugar inexistente, inhabitado, cercano para ella e inalcanzable para el resto.
Un lugar para llorar, gritar, hablar, o incluso rezar.
Un lugar donde no existir, donde no ser ni vista ni oída, donde permanecer sin ser.
Un lugar para encontrar la paz, para aprender a ser feliz, para preguntarse y encontrar respuestas, para esperar.

Dios... necesita tanto ese lugar. Lo necesita de verdad.
Necesita desaparecer en el tiempo y el espacio y, aparecer en ese lugar.
Y la pobre aún no sabe si ese lugar está en vida, o en muerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sensaciones que revolotean en mi mente