15.5.11

Hola otra vez


Hace muchísimo que no escribo, porque no he encontrado un solo momento para escribir.
Pero este ha sido un año de estudio para mí, que aún soy muy joven y tengo mucho que decidir. Pero en cuanto todo esté decidido (decidido a corto plazo) y sienta ya la tensión de empezar una nueva etapa, dios, no podré ser más feliz.
Me apetece muchísimo el cambio, conocer, aprender, encontrarme ante nuevas experiencias  y reconocerme en mis distintas formas de mi ser.
He empezado cortándome el pelo, muy poco, pero con lo largo que lo tenía antes, ha sido un cambiazo.
Por lo pronto ya me he organizado varios viajecitos para este verano con mis amigas, porque quiero volar. Quiero no dejar de sentir y experimentar. No me voy a aburrir.
Ahora (y desde hace un tiempecito) estoy más feliz, creo que soy mejor persona porque he aprendido a quererme, y esta es la única forma de llegar a querer más y mejor a los míos.
Siempre he sido sensible, o al menos, desde hace unos 3 o 4 años. Me emociono. Me resulta fácil emocionarme con todo lo que me parece maravilloso, increíble o, simplemente, muy real. Tan real que me pone los pelos de punta. Un beso, una comida con mis amigas, un paseo… cosas reales.
Sí, soy vulnerable, y es una suerte porque el ser así me permite acceder a la admiración, el afecto, la sensibilidad, el aprendizaje y la superación.
Amo la vida porque aún no he encontrado nada tan horrible como para descompensar su balanza. Amo la vida porque tiene de todo. Y lo malo, lo malo también tiene que estar. Y lo bueno también, pues siempre está, incluso en lo malo.
Este momento es muy especial y nuevo y lleno de todo, de sorpresas, de momentos, de instantes.
Es el mejor momento que he tenido hasta ahora y me parece tan especial y sencillo a la vez que, simplemente, tenía que contarlo.


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Sensaciones que revolotean en mi mente