Es una pena que las cosas sean finitas. Es una pena que no duren para siempre, que no permanezcan, que cambien, que muten, que den mil vueltas y al final nadie sepa lo que va a pasar.
Es una pena; porque lo es, ¿no? ¿O no? No lo es. ¿Verdad? No lo es.
Es la vida. Y lo inteligente sería aprovechar los cambios para darnos nuevas oportunidades, para encontrar el lado positivo, y salir siempre ganando. Siempre.
Seamos sensatos.
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Sensaciones que revolotean en mi mente