Ya he cumplido los dieciocho años y me voy de casa.
Lo siento, de verdad. Os quiero, pero me hacíais demasiado daño.
Por favor os pido que no os lamentéis ahora, ni lloréis por mi. No tiene sentido que sufráis cuando ya no sirve de nada; el tiempo para todo eso ya pasó.
Un fuerte abrazo, cuidáos. Adiós.
Alicia
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Sensaciones que revolotean en mi mente