Hoy he estado en el hospital, y he estado esperando un buen rato, y durante esa espera me he fijado en todos los carteles que había pegados por los pasillos. Y uno de ellos, dirigido a la embarazadas, daba consejos para el cuidado de sus bebés.
Qué lindo.
Me ha encantado imaginarme como deben de pararse frente al cartel, entusiasmadas y curiosas, las mujeres embarazadas.
Y entonces, llorando en la ducha, miró al techo y dirigiéndose a su madre dijo:
-Mamá, no me llames todavía
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Sensaciones que revolotean en mi mente