30.7.11

Abrumada en una espiral de soledad.



Hoy no encuentro sentido a mi existencia, pero no cómo tantas veces, si no que más bien en un plano de soledad, de espera.
Sin ti no soy feliz.
Me siento incapaz de mostrar expectación e ilusión ante viajes, turismo, masajes, compras, dinero, ropa o gimnasio. Todo queda en un segundo plano.
Sin ti siento vacío, y me siento sola. Siento que perdí las mejores amistades y espero aún a que lleguen las nuevas. Estoy en el limbo, sola.
Cuando no estás siento un enorme vacío y me siento infeliz, incapaz de realizarme como persona.
¿Tengo demasiado dependencia de ti?
¿Debería hacer más amigos o al menos, mantener mejor los que ya tenía?
Sin ti no me comporto como soy yo, y se esfuman mis deseos de volar, crear, cooperar.
Este vacío que queda... ¿cómo puede ser llenado? ¿Como puedo yo, ser social por naturaleza, aprender a ser feliz conmigo misma en soledad? Es un duelo que aún tengo pendiente.
Aprender a ser feliz sin apoyos, quererme por lo que soy, no olvidarme de quien soy y valorarme por ello.
Valorar mi tiempo en silencio, en soledad, que tanto me hace sufrir.
¿Se trata ésta de una lección que aún tengo por aprender, la de aceptarme y respetarme a mi misma? ¿O es que sencillamente nadie es capaz de amar en soledad, sin compañía?
La pregunta es: ¿Tengo que aprender a estar en ocasiones en soledad, o simplemente tengo que buscarme amigos, alternativas a lo que representas tú en mi vida?
No puedo repartir mi vida íntegra entre los dos, es insensato. Siempre son necesarios los amigos, los apoyos, "los otros".
¿Por qué me siento sola?
¿Estoy realmente sola?
¿Qué soy cuando no estás tú?

Quizás la respuesta a este vacío emocional pueda encontrarla en África cooperando, como le ocurrió a Felícitas Ibañez (médico y autora del libro "Misión en África").
¿Mi vida y mi futuro han de estar en África o sólo estoy en la fase ilusa y soñadora que te acompaña y te envuelve después de haber leído un libro?
Sé que algo se ha revuelto en mí, y soy cabezona.

Quizás en mi alma exista un vacío que sólo tú y África podéis ocupar. Aún no lo sé, no contaba con estos vacíos.

Te quiero cariño, mucho.
También os quiero a vosotras, amigas, aunque no os lo digo todo lo que debería.

No sé si necesito ayuda, creo que todos la necesitamos.

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Sensaciones que revolotean en mi mente